Si sientes que te cuesta volver al ritmo después de las vacaciones, de una época de desconexión o de una época complicada de mucho trabajo, no estás sola. Hoy, te comparto algunas estrategias que te ayudarán a reconectar con tu negocio, establecer prioridades y planificar lo que queda del año con claridad y determinación. ¡Vamos a ello!

Puedes seguir leyendo o escucharlo en este episodio de mi podcast ‘Brandiorismo’ pinchando aquí. O a través del siguiente reproductor.

1_ Reconecta con tus Rutinas

Después de un tiempo de desconexión, lo primero que debes hacer es retomar aquellas rutinas que te hacían sentir bien y productiva antes de ese parón. La rutina puede ser tu mejor aliada para encontrar el ritmo que has perdido. Tal vez solías escribir cada noche para reflexionar sobre tu día, hacías deporte o salías a caminar para despejar la mente, ¡vuelve a hacerlo! Es esencial para volver a reconectar con tu negocio y especialmente contigo misma, que retomes esas rutinas de nuevo para volver a centrarte y sentirte mejor.

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2_ Establece tus Prioridades

Es muy fácil sentirse abrumada al volver a la carga de nuevo con tu estudio de interiorismo. Para evitar esto, es fundamental que establezcas tus prioridades. Lo importante es centrarse en lo más importante primero.

Haz una lista de objetivos clave que quieras lograr antes de que acabe el año y ordénalas por prioridad. Puede ser terminar de trabajar en tu marca personal, lanzar una nueva línea de servicios o actualizar tu página web.

Y cuando tengas esa lista, distribúyela en los 3 meses que quedan del año. Pero hazlo de una forma lógica y teniendo en cuenta tu tiempo y los proyectos que tienes en marcha o que pueden entrar en estos meses.

Esa lista de objetivos te va a animar y te va a ayudar a arrancar con ilusión con algo.

Pero no hagas una lista interminable, lo mismo tu lista solo tiene 1 objetivo, si este es muy ambicioso o lleva un proceso largo.

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3_ Divide y Vencerás

No intentes abarcar todo al mismo tiempo. Es muy fácil sentirte abrumado cuando tienes grandes objetivos como mejorar tu branding, lanzar una nueva oferta de servicios o actualizar tu portafolio, y tratar de hacerlo todo de golpe. Pero la clave está en desglosar esas grandes metas en pequeños pasos accionables que puedas realizar de forma realista y efectiva.

Piensa en ello como si estuvieras diseñando un espacio. Sabes que no puedes transformar una casa entera en un solo día y haciendo todo a la vez. Primero necesitas conocer el espacio y las medidas, luego analizas la distribución, después eliges el estilo, más tarde seleccionas los colores, los muebles y por último colocas la decoración… Cada paso es esencial para alcanzar el resultado final, pero no puedes saltarte ninguno, ¿verdad? No puedes empezar eligiendo los cojines si no sabes ni quién va a vivir allí o cuantos metros son.

 Lo mismo pasa con tus objetivos como estudio. Si te propones como objetivo «trabajar en tu branding», es probable que te sientas abrumado y termines procrastinando la tarea porque parece es un concepto demasiado grande y difuso.

Pero si lo divides en pasos concretos y simples, como «redefinir tu propuesta de valor», «redefinir mi cliente redondo», «revisar mi identidad visual, de repente, la meta se vuelve mucho más manejable.

Te pongo un Ejemplo práctico:

Imagina que uno de tus objetivos es reposicionar tu marca para captar a un tipo de cliente más premium. No tienes que hacerlo todo de una vez, y aquí es donde entra el «dividir y vencerás».

Podrías empezar por redefinir quién es tu cliente actual, esos clientes con los que trabajas a diario y analizar todos los proyectos que has realizado y ver qué características tienen todos en común.

Después, con eso claro, define que características no te gustan de esos clientes con los que trabajas, y, por otro lado, qué características sí te gustan.

Y con ese análisis crea a tu cliente ideal, lo que yo llamo cliente redondo.

Y con esa base ajusta el resto de elementos de tu estrategia de marca: tu propuesta de valor, tus valores como marca, tu mensaje, …

Y por último, analiza si la imagen visual de tu marca, tu página web, tus redes y la comunicación de tu marca en general refleja eso que has trabajado.

Ves, no es lo mismo decir, voy a trabajar mi marca para captar a un tipo de cliente más Premium, que uno no sabe ni por donde hincarle el diente, que dividirlo en todos los pasos que te acabo de describir.

Pero además esos pasos habría que dividirlos en pasos más pequeños hasta que cada tarea no se pueda subdividir en más.

 Cada una de estas tareas tiene que ser un pequeño paso que se puede llevar a cabo de forma independiente y te permite avanzar poco a poco sin sentirte abrumado.

Cuando logras completar pequeños pasos, tu motivación y confianza aumentan, lo que te lleva a cumplir con los objetivos más grandes.

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4_ Conecta e inspírate de nuevo con el interiorismo y la decoración

Una de las formas más efectivas de recargar energías es rodearte de inspiración. Busca aquello que te llena de energía y te motiva. Leer blogs de interiorismo, visitar exposiciones o simplemente reorganizar tu espacio de trabajo puede ser justo lo que necesitas. La creatividad a menudo surge de un entorno fresco y renovado.

Te animo a que te tomes un tiempo para explorar nuevas ideas y tendencias. Esto no solo ampliará tus horizontes, sino que también te dará la chispa que necesitas para conectar con tu pasión. A veces, un pequeño cambio en tu espacio puede ofrecerte la claridad mental que necesitas para seguir adelante.

5_ Planifica Proactivamente

Revisa los proyectos actuales y ajusta tu plan de acción: Es fundamental que en este momento del año hagas un repaso de los proyectos de interiorismo o decoración en los que estás trabajando. Haz una lista de todos ellos y pregúntate cómo van.

• ¿Están cumpliendo con las expectativas que tenías?
• ¿Necesitan algún tipo de ajuste o revisión antes de finalizarlos?

Ser realista en este análisis es crucial, ya que, muchas veces, en la vorágine del trabajo diario, no nos damos el tiempo para revisar los pequeños detalles que pueden marcar una gran diferencia.

Sé honesta contigo misma y calcula el tiempo real que vas a tardar en completar estos proyectos.

Y cuando lo tengas claro, libera espacios en tu agenda y, sobre todo, haz hueco para trabajar en tu propio negocio, que es igual de importante que los proyectos de tus clientes. Recuerda, tu negocio es el que te permitirá seguir teniendo más clientes a largo plazo.

Déjate espacios y horas determinadas a la semana para trabajar en tu propia marca y en esos objetivos, y respétalos por encima de todo.

Porque si no reservas este tiempo lo vas a llenar con los proyectos de interiorismo y vas a abandonar y a dejar de lado tu marca y tu negocio. Que es lo que va a provocar que después de ese cliente venga otro.

Es muy común que nos volquemos en los proyectos de nuestros clientes y dejemos nuestra marca y negocio en un segundo plano. Pero no puedes descuidar esto. Si no trabajas en tu propia marca, te arriesgas a que, una vez finalices los proyectos actuales, no tengas el impulso ni los sistemas preparados para atraer nuevos clientes.

Mi consejo es que bloquees horas específicas en tu agenda cada semana para trabajar en tu negocio, como si fuera un cliente más. Y te pido que seas muy estricta con esto: dedica tiempo de calidad a mejorar tu branding, actualizar tu portafolio, revisar tu propuesta de valor, a mejorar tu web, a crear contenido de calidad que atraiga cleintes, etc.

6_ Invierte en Ti Misma y en tu estudio de interiorismo

Además de ajustar los tiempos y los proyectos, hay un factor clave para que tu negocio siga creciendo: invertir en ti y en tu marca. Si no dedicas recursos, tiempo y energía a mejorar tu negocio, es posible que te encuentres estancada en los mismos tipos de proyectos o con clientes que no te apasionan.

No se trata solo de organizar tu agenda, sino también de invertir estratégicamente en las áreas que necesitan mejoras. Por ejemplo, si sientes que tu branding no refleja bien lo que realmente eres como interiorista, quizás sea el momento perfecto para darle ese refresco que mencionábamos antes. Analiza en qué áreas necesitas apoyo o guía para mejorar y define también un presupuesto para invertir en ti misma y en tu negocio y contratar a alguien que te ayude con ello.

Este es tu momento, ahora más que nunca es hora de poner en marcha esos cambios que sabes que tu estudio necesita.

Porque seguramente tras analizar esos proyectos y esos tiempos no te quede mucho para trabajar en tu negocio. Si decides hacerlo tú sola tardarás mucho en conseguirlo. Si pides ayuda y contratas a un experto en ese campo del que cojea, tu negocio llegarás más rápido y mejor a tu objetivo, y no necesitarás tanto tiempo, y podrás dedicarte a tus clientes.

Recuerda, tu negocio eres tú, y si no inviertes en tu crecimiento personal y profesional, es muy difícil que puedas llevar tu estudio hacia esa Visión que definiste cuando creaste tu estudio.

Por eso, Si estás lista para dejar de sentirte estancada y llevar tu estudio al siguiente nivel, te invito a que explores mi Programa individual de Branding Maru. Es tu oportunidad para tener una marca que refleje exactamente quién eres y atraiga a los clientes con los que sueñas trabajar.

En este programa, no solo tendrás una nueva identidad visual o un logo (que es lo que la mayoría piensa que es el branding, de forma equivocada), sino que trabajo contigo de forma personalizada en tu marca personal y en tu estrategia, para que tengas una marca personal que refleje quién eres y además sepas como atraer a los clientes con los que sueñas trabajar.

Así que si te resuena todo lo que te he contado, y sientes que es el momento de hacer un cambio real en tu estudio de interiorismo para acabar el año con fuerza, te invito a cotillear un poco más sobre el Programa de Branding Maru pinchando aquí. Te dejo el enlace en la descripción de este episodio. O si prefieres que te cuente los detalles, escríbeme un email.

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