Y ¿Por qué un buen branding es más importante para los diseñadores de interior que para empresas de otros sectores?
El motivo principal es que la decoración y el interiorismo son negocios donde lo que se vende es algo visual. Las fotografías que muestran tu trabajo y todo lo que las acompaña son tu carta de presentación. Vendes un estilo, una forma de vida y todo ello se basa en la primera imagen y lo que se ve en una primera impresión. Y no existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.
Por ello tu branding, la imagen que transmites al exterior debe ser un reflejo de tu trabajo, debe ser coherente y profesional. Los posibles clientes necesitan ver una correlación entre la imagen que muestras en tu página web, tus redes sociales, tus plantillas de presupuestos, tu dossier,… con lo que harás con su hogar o su espacio de trabajo.
La imagen que transmites con tu marca debe ir acorde con el resultado de tu trabajo más que en cualquier otro negocio. La primera impresión que tengan los clientes potenciales debe ser profesional y reflejar a la perfección el estilo que representas y cómo les vas a ayudar con tu trabajo.
Por ejemplo, si tus clientes te buscan por tener un estilo muy claro donde prima el color y los accesorios llamativos, tu branding debe ir a la par. Necesitarás una imagen de marca colorida y atrevida. Un buen ejemplo sería Sophie Robinson, su imagen de marca es colorida y extravagante, como el estilo que la define. Entrar en su web o en su cuenta de Instagram deja claro en un primer vistazo el estilo que la define.
En el polo opuesto estaría Kelly Hoppen, quien se caracteriza por su preferencia por los colores neutros y el minimalismo. Lo que claramente puede apreciarse en toda su imagen de marca, en su web y hasta en sus publicaciones, donde priman los grises, el blanco y negro, y los grandes espacios blancos.