¿Qué elementos debe tener tu moodboard si eres decorador o diseñador de interiores?
¿Qué elementos debe tener tu moodboard si eres decorador o diseñador de interiores?
Un moodboard es lo que muchas personas denominan un tablero de inspiración. Es decir, un collage de imágenes, textos, colores y otros elementos que resume de manera visual una idea. Su función principal es ayudar a definir el estilo y la esencia de un proyecto.
Es la herramienta perfecta para plasmar visualmente todas aquellas ideas que te rondan por la cabeza acerca de un concepto o idea para poder reunirlas y visualizarlas de un solo vistazo y trasmitirlas al cliente de una forma efectiva y rápida evitando malentendidos.
Por lo que hoy en día se ha convertido en un imprescindible para cualquier profesión creativa, pero es fundamental para los profesionales de la decoración o el interiorismo ya que es el punto de partida de cualquier proyecto de decoración. En el mood board se plasman visualmente la propuesta y las ideas que deben ser mostradas al cliente. Por ello es imprescindible que resuma tanto la esencia como el estilo o la gama de colores que lo conforman.
¿Qué elementos fundamentales debe tener tu moodboard de decoración?
Recuerda que tu moodboard, es un tablero de inspiración, y como tal debe mostrar todo aquello que haya servido para inspirarte, aunque no sea estrictamente de tu campo profesional. Puede tratarse de imágenes que te hayan servido de inspiración durante el proceso y reflejen a la perfección la esencia del proyecto, frases, ilustraciones, formas, texturas,…
Pero también debes tener en cuenta que no debes incluir todo lo que encuentres, precisamente la idea de crear un moodboard es filtrar toda esa información y mostrar solamente aquello que consideras imprescindible.
Estos son los elementos fundamentales que debe tener tu mood board de decoración:
- La paleta de colores predominantes – determinar en este primer paso las paleta de color es fundamental ya que marcará el resto de imágenes que incluirás en tu tablero.
- Imágenes de inspiración que muestren una idea del concepto del espacio general – imágenes que condensen la esencia general del proyecto en cualquiera de sus vertientes (colorido, distribución, iluminación,…)
- Muestras de materiales a utilizar como telas, papel pintado, pintura, revestimientos cerámicos, suelos, etc.
- Fotografías de Mobiliario – no tienen por que ser las imágenes del mobiliario definitivo, sino que valdrá con una idea del estilo de mueble que sugieres para el proyecto
- Fotografías de Accesorios decorativos (cojines, lámparas, jarrones, alfombras,..) – al igual que con el mobiliario, se trata de mostrar el tipo de accesorio que propones de manera general.
- Elementos que te hayan inspirado – aquello que te haya inspirado cabe en este hueco.
- Plano de planta del espacio – este es opcional, ya que hay profesionales que prefieren no incluirlo en este paso del proceso y dejarlo para la presentación del proyecto.
No debes olvidarte de incluir siempre los datos fundamentales del proyecto, tanto tuyos como de cliente. De esta manera siempre que tu cliente acuda a él o se lo enseñe a algún conocido podrán saber fácilmente quien lo realizó y contactarte.
- El nombre del cliente
- El título del proyecto
- La fecha
- Tu nombre o el de tu marca
- Tu logotipo
- Tu página web y dirección de correo electrónico
Truco:
En cuanto al estilo general de tu moodboard yo te recomiendo que huyas de utilizar fondos de color que puedan interferir en las tonalidades de los elementos que añadas. Es preferible usar un fondo blanco o de color neutro muy claro que no interfiera y que dé protagonismo a las imágenes que quieres mostrar. Deja bastante espacio en blanco, eso hará que la imagen respire y ninguna foto quite protagonismo a otra.
¿Mood board digital o físico?
Las dos opciones son igual de válidas. Quizá prefieras manejarte con muestras físicas para poder enseñar al cliente las texturas de los materiales en persona y que pueda tocarlas con sus propias manos y sentir su esencia. O por lo contrario creas que no es necesario y que la mejor opción es crear tu tablero de inspiración en formato digital para poder enviarlo por email.
Si optas por un mood board físico deberás elegir un soporte plano que te permita quitar y poner elementos de forma rápida y fácil sin que se estropee. Por ejemplo una pizarra con imanes, un corcho con chinchetas, una rejilla con pinzas o un tablero y un poco de celo. Esto te ayudará a quitar y poner elementos durante el proceso de creación sin que el soporte se dañe hasta que lo des por finalizado.
Cuando hayas elegido el soporte solo tendrás que colocar sobre él los recortes, fotografías o muestras de material que hayas seleccionado. Una vez finalizado yo te recomiendo que le hagas una buena fotografía para poder guardarlo en tu archivo junto a todos los documentos del proyecto por si necesitaras acudir a él más adelante o consultarlo en proyectos posteriores, ya que este tipo de tableros físicos ocupan mucho espacio y es preferible deshacerlos cuando finaliza el proyecto. Éste quizá podría decirse que es uno de los inconvenientes de este tipo de mood boards analógicos.
Si por lo contrario eres más partidario del formato digital necesitarás tener toda la información en este formato, desde los materiales a las fotografías e imágenes.
En este caso necesitarás utilizar un programa o plantilla que te facilite el trabajo. Son muchos los programas que se pueden encontrar online para este fin, tanto de pago como gratuitos.
También puedes utilizar programas como Power Point o Google Slides, donde puedes insertar imágenes y textos fácilmente sin tener demasiados conocimientos de diseño. O si tu conocimiento es mayor, Photoshop o InDesign pueden ser grandes aliados para crear un mood board que cautive a tu cliente.
Si optas por crearlo digitalmente, pero te interesa que tu cliente pueda tocar las muestras y sentir sus texturas, siempre puedes llevarlas físicamente a tus reuniones, aunque le entregues un mood board digital en el que aparezcan fotografiados.
En ambos casos, seguramente necesites mover y recolocar los elementos varias veces hasta conseguir el aspecto visual más adecuado y que mejor represente la idea principal. No tengas miedo de cambiarlo todo varias veces, lo fundamental es encontrar ese punto de equilibrio en el que tu tablero transmita la perfección la esencia del proyecto.
Si necesitas saber un poco más sobre ¿QUÉ ES UN MOODBOARD? te invito a visitar este artículo
¿Y tú qué prefieres un moodboard digital o uno físico?